Momentos Críticos en Cerdos: Estrés Perinatal y Estrategias
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MOMENTOS CRÍTICOS DE ESTRÉS EN CERDOS, ETAPA DEL NACIMIENTO O PERINATAL.​

En sistemas intensivos de producción de cerdos, uno de los parámetros más importantes para lograr altos índices de retorno económico es el número de lechones destetados por cerda por año, ya que incluye la fertilidad, la mortalidad de lechones lactantes y la capacidad maternal. Esto abarca mejoras en el número total de lechones nacidos, lechones nacidos vivos, peso de la camada al nacimiento y número de partos. Sin embargo, esta meta es difícil de alcanzar debido a una gran cantidad de factores, siendo uno de los más destacados la mortalidad durante el período de lactancia, que puede variar desde el 10 al 30%, según las condiciones de cada granja.

 

La etapa donde se presentan la mayor cantidad de pérdidas, y por lo tanto, la más crítica, es durante los primeros días después del nacimiento. Se calcula que del 70 al 80% de todas las muertes en cerdos ocurren poco tiempo después del parto, siendo más críticos los cuatro primeros días. Por lo tanto, este período temprano de la vida requiere mayor atención en cuanto a esfuerzos para reducir la muerte de lechones. Además, la muerte de lechones después del día cuatro está asociada a problemas que ocurren en los primeros cuatro días de vida.

 

La causa principal de muerte de lechones es la hipoglucemia, que significa una baja concentración de glucosa en la sangre y, por lo tanto, falta de energía para llevar a cabo actividades como el amamantamiento y el crecimiento. Las principales causas de hipoglucemia son la falta o inadecuado consumo de calostro al nacer, alta susceptibilidad al frío y una insuficiente protección contra enfermedades. Los lechones que sufren hipoglucemia generalmente mueren aplastados por la cerda debido a que se encuentran extremadamente débiles o mueren debido a infecciones.

 

¿A qué se debe la hipoglucemia?

 

El cerdo recién nacido tiene una alta demanda de glucosa para poder crecer, pero tiene muy bajas reservas de energía como glucógeno hepático y muscular, que son utilizadas rápidamente después del nacimiento. Las reservas de energía en forma de grasa son muy bajas; la mayoría de estos lípidos son estructurales, su movilización es muy lenta y su metabolismo es deficiente. Los cerdos son altamente dependientes del consumo de calostro y leche para obtener glucosa, pero solo pueden adquirir el 60% de la glucosa que requieren; por lo tanto, el glucógeno contribuye con el 40% faltante. Sin embargo, si los cerdos no consumen calostro desde que nacen, se puede agotar su glucógeno hepático entre 12 y 18 horas, el glucógeno muscular entre 36 y 48 horas después del nacimiento, y desarrollan hipoglucemia a las 24 horas de vida.

 

La hipoglucemia se puede presentar también en lechones que nacen débiles o que se debilitan después de nacer, debido a que son de menor tamaño o nacen al final del parto. El nacimiento de lechones débiles comúnmente se presenta en partos distócicos, que se prolongan demasiado, o en lechones de camadas muy numerosas que nacen hasta el final. Estos cerdos presentan diferentes grados de hipoxia debido a la reducción del flujo sanguíneo durante las contracciones uterinas que ejercen presión sobre los cordones umbilicales conforme se prolonga el parto. Estos lechones son débiles al nacimiento y sus reacciones son torpes; esto concuerda con la mayor mortalidad en lechones que nacen del séptimo lugar en adelante.

 

Factores como el peso y el orden de nacimiento también predisponen a que algunos lechones que nacen normales se puedan convertir en lechones débiles o torpes y estén predestinados a morir. En cuanto al efecto del tamaño del lechón al momento del nacimiento, los lechones más grandes, de mayor peso al nacer, tienen mayores oportunidades de sobrevivir que los lechones más pequeños. La mortalidad es mayor en cerdos pequeños, en camadas numerosas y con una alta variabilidad en el peso al nacer. Los lechones más pesados al nacer tienen mayor oportunidad de defender las mamas más productoras, de obtener más calostro y mayor cantidad de inmunoglobulinas en los primeros amamantamientos, ya que utilizan un mayor número de mamas antes de que se establezca el orden permanente de posición durante la lactancia.

 

Además, los lechones que nacen primero tienen más probabilidades de sobrevivir porque tienen libre acceso y consumen más calostro antes de que nazcan los demás; mientras que los lechones que nacen al último tienen que competir con los primeros para llegar a la ubre y consumir una buena cantidad de calostro. Así, los cerdos que nacen primero son más fuertes y normalmente ganan las peleas para tomar calostro y seleccionar los pezones más grandes; mientras que los lechones que nacen después son sometidos, pasan más tiempo buscando mamas desocupadas, gastan más energía y toman menos calostro y leche. Si en cada amamantamiento los lechones toman menos calostro o leche, se van debilitando por la deficiencia de glucosa en la sangre, que les proporciona la energía, y se reducen cada vez más las posibilidades de amamantar la próxima vez, y su supervivencia está en riesgo.

 

¿A qué se debe la hipotermia?

 

El lechón neonato tiene una temperatura crítica mínima de 34° C, lo que significa que, para que el lechón pueda mantener su temperatura corporal y no sufrir de frío extremo, la temperatura ambiental debe ser al menos de 34º C. Esto se debe a que los mecanismos de termorregulación son insuficientes durante los primeros días de vida. El lechón al nacer está desprovisto de pelo y, como se explicó, tiene una baja cantidad de grasa, que sirve de fuente de energía y aislante, pero el uso de esta fuente de lípidos también es deficiente. Si la temperatura ambiente es menor a los 34º C, se tiene que aumentar el metabolismo para mantener la temperatura corporal constante, lo que se traduce en una mayor demanda de glucosa. Pero además, las bajas temperaturas disminuyen el vigor, la actividad y la competitividad de los lechones y, por lo tanto, se reduce el consumo de calostro. El lechón puede morir por hipotermia, por hipoglucemia o por aplastamiento. Los lechones más pequeños de la camada son más susceptibles al frío y a morir por falta de energía para mantener su temperatura.

 

¿A qué se debe el aumento de infecciones?

 

El cerdo recién nacido tiene una insuficiente protección contra enfermedades porque carece de anticuerpos circulantes ya que las inmunoglobulinas (Ig-G) maternales no pueden pasar a través de la placenta. Y en consecuencia, es indispensable la absorción de anticuerpos a través del calostro. Pero si se reduce el consumo de calostro, hay una baja adquisición de anticuerpos calostrales, lo que predispone a un aumento en la susceptibilidad a infecciones. La reducción en la adquisición de inmunidad pasiva es más importante durante las primeras horas porque el primer calostro tiene un mayor contenido de inmunoglobulinas. Se ha comprobado que durante la primera hora después del nacimiento, los lechones pueden adquirir de la madre una adecuada inmunidad. Pero, además, la mayor absorción de inmunoglobulinas se presenta en las primeras 12 horas de vida, y posteriormente el intestino pierde esta habilidad. Cuando termina la producción de calostro y se inicia la producción de leche, la Ig-G cambia por Ig-A y cubre la superficie mucosa intestinal, formando una barrera contra enfermedades entéricas. Una vez más, se resalta la importancia de tener lechones muy activos y vigorosos desde el momento del nacimiento para que puedan tener mayor probabilidad de tomar calostro y leche, adquirir energía y protección contra enfermedades.

 

¿A qué se deben las muertes por aplastamiento?

 

La muerte por aplastamiento es comprensible debido a que un lechón hipoglucémico, hipotérmico y enfermo es menos activo y tiene mayores dificultades para evitar y resistir los bruscos movimientos de la madre. Además, durante los primeros días de vida, los lechones tienen un poderoso instinto para echarse lo más cerca posible a la ubre de la cerda, y como resultado, la frecuencia de aplastamientos es más elevada, por lo que es importante que la disposición de la zona caliente para lechones esté cercana a la ubre de la cerda en un principio. La muerte por aplastamiento se reduce adaptando la jaula de parto, aunque todavía representa un problema importante para la industria porcina.

 

Estrategias nutricionales para evitar la muerte de lechones

 

  1. Suplementación de los lechones con ácidos grasos de cadena mediana: Considerando que la insuficiencia de energía es el principal factor causal de muerte en cerdos neonatos, algunos investigadores han dirigido su atención a la evaluación de fuentes de energía directamente en los lechones durante el período postnatal, como son los aceites, triglicéridos o ácidos grasos, con resultados alentadores en la supervivencia de lechones.
  2. Refuerzos energéticos: Se han evaluado fuentes como 1) preparaciones de refuerzo derivadas de glicerol y proteína de papa fermentada, y 2) sustitutos de calostro que contienen inmunoglobulina derivada bovina, ofrecidos durante las primeras 12 horas después del nacimiento, con mejoras en la supervivencia, IgA y factores de crecimiento.

 

Autor: Dr. Sergio Gómez Rosales

 

Investigador titular en el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología Animal – Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; localizado en Ajuchitlán, Querétaro, México.